8 errores comunes a la hora de liderar un equipo de trabajo


El crecimiento profesional pasa necesariamente por el éxito en la conducción de un equipo de trabajo (este es un requisito básico para ocupar un puesto de jefe), pero sucede que no siempre el que recibe el comando de un grupo o de un departamento está listo o tiene los medios necesarios para hacerlo.

Compruebe a continuación cuáles son los errores más comunes que echan a perder el trabajo de todo un equipo:

1. Incorporar un papel


¿Bondadoso o villano? Esa es la cuestión.

 Muchos líderes están sufriendo al momento de elegir qué papel deberían adoptar al tomar decisiones, es decir: decidir quién se queda y quién sale del equipo, o elegir quién debe resolver los conflictos que se planteen, entre tantos otros dilemas que existen dentro de una organización.

Considerar necesario vestir una máscara y actuar de acuerdo a ella según qué tipo de situación surja, es uno de los errores más comunes. No es necesario incorporar ningún papel, ya que lo que realmente cuenta es tratar de ser lo más justo posible.

2. Ver a los miembros del equipo sólo como subordinados


La manera de hacer frente a los miembros de un equipo es lo que va a definir la actitud del líder. Si el jefe ve a cada uno como un subordinado, no logrará salir del esquema piramidal tradicional de jefe y subordinado. La visión de un verdadero equipo es la de un conjunto de iguales: el jefe y todos los demás, están ahí para sumar.

3. Ser incongruente


Un claro ejemplo de incongruencia es decir que se valora el compromiso y luego priorizar la afinidad personal cuando se trata de la promoción de cualquier empleado. Otro ejemplo es poner reglas o normas de trabajo, y perdonar a alguien que le gusta romper las reglas. En pocas palabras: Decir una cosa, y hacer otra distinta.

4. Intentar encontrar un estilo de gestión que funcione para todos


Cada persona es única: por ello, ver a los miembros como engranajes de una rueda, sin darse cuenta de las características específicas de cada uno, no es la mejor manera de obtener el máximo rendimiento del equipo.

5. No dedicar tiempo a los miembros del equipo


Escuchar a los demás es clave para un mejor funcionamiento de equipo. Un jefe siempre tiene que tomarse el tiempo para escuchar al personal y también para ayudarlos a pensar en su desarrollo profesional.

6. Tomar las tareas delegadas


Cuando el jefe asume las tareas delegadas a los miembros del equipo, termina sobrecargado, congestionando su propia agenda, e impide que las personas que están a su cargo crezcan.

7. Poner rótulos a los miembros


Competente, incompetente, perezoso, lento. Las etiquetas limitan a los miembros del equipo. Esto puede generar comodidad en algunos, porque piensan: si según mi jefe, haga lo que haga seguiré siendo incompetente, ¿por qué voy a dar lo mejor de mí?

No debe confundirse el comportamiento actual con el que eventualmente pudo haber tenido. Si una persona hace algo mal, no quiere decir que ésta sea incompetente. Al etiquetarlas, el líder limita las posibilidades de crecer de estas personas.

8. Tratar de imponer el poder


Utilizar la posición de liderazgo para imponer y hacer que el equipo alcance el resultado por las buenas o por las malas, es un error grave. ¡Esto no funciona! Lo que funciona es influir, alentar y comprometer a la gente hasta el punto de que tengan interés en la participación.

Un jefe autoritario provoca en los miembros del equipo la pérdida de la voluntad de crear, de innovar. Si el líder castiga cada error, la gente no va a innovar, ya que para poder crear es necesario enfrentar el error como elemento de aprendizaje.

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